Yo me considerada afortunada, pues hacía tiempo que no iba a bodas (bastantes años) y a las que me habían invitado en estos últimos años son gente no muy allegada a la que simplemente les dije que no iba. Me da igual lo que pensasen, pero ni a mí me apetecía ni los novios se pusieron muy tristes porque yo no apareciera... Fin del compromiso. Sin embargo este año ya he tenido una, tengo otra a finales de año y al año que viene tengo una tercera y hay amigos que cualquier día nos dan el disgusto pensando que nos dan la alegría de nuestra vida...

Y es que para los novios es un quebadrero todo de cabeza, eso no le cabe duda a nadie, si quieren organizar el gran bodorrio... Que si el vestido, que si los anillos, que si busca iglesia o ayuntamiento, que si busca restaurante, que si a quien invitamos... y mil cosas por el estilo.
Para los invitados no es menos quebadrero, incluso más que los novios. Primeramente está el regalo: ¿Cuánto doy? ¿qué regalo? A lo mejor mi sueldo no me permite darles más que 20€, por ejemplo, y llegar así muy justa a fin de mes, pero este es un regalo que es demasiado poco... Porque claro, no puedes regalar nada que tú quieras sino que tiene que ser algo de valor económico para que los novios cubran el cubierto (un cubierto que tú no eliges ni el sitio, ni el menú, ni nada). Hace poco leí en un blog algo así como "si tan importante es que vaya a compartir con ellos ese día especial lo haré encantada pero sin regalo... Y si ellos quieren el regalo, ¿no querrán que vaya únicamente por el regalo?". Estoy totalmente de acuerdo con está reflexión.
También está el tema del vestido (los chicos en esto lo tienen más fácil porque se pillan un traje y sí puede repetir). Las chicas tenemos que comprar un vestido de fiesta (no cualquier vestido) para no desentonar... Y seguramente se quede apolillado en el armario porque ese vestido no te lo puedes poner para nada distinto de bodas o similares... Encima si tienes próximamente (y con esto digo en los próximos años) una boda y coinciden parte de los invitados no te lo puedes poner porque es de mal gusto repetir modelo... Y por supuesto no sólo compras ese tipo de vestido (caro porque sí) sino también zapatos y bolso adecuados para el mismo y demás complementos... ¿Es que si voy en chandal no me dejarán pasar? ¿Me aplicarán el derecho de admisión? ¿Por qué no puedo ir elegante pero informal?
Y ya no sólo está el tema monetario. Ese día los novios deciden invitar a todos los familiares, incluyendo familiares a gente que no los han visto desde la anterior boda a la que fueron invitados y de los que por tanto no saben casi nada porque no hay contacto. Pero hay que invitarlos porque son familia... Y dependiendo del parentesco con los novios te ves sumergido, sin quererlo ni pedirlo, en contestar una y mil veces las mismas preguntas: ¿qué tal todo? ¿estudias o trabajas? (esta aunque lleves mil años trabajando) ¿y tú para cuando? (si estas soltero) Hay que ver como has crecido/engordado/adelgazado/cambiado/etc (esto es una afirmación pero esperan recibir respuestas). Estos son sólo unos ejemplos pero hay cientos... Y tú contestando una y mil veces lo mismo, intentando sonreír, poniendo buena cara y tratando de llegar donde está la gente con la que realmente tienes relación para estar unos minutos tranquilamente...
Y es que muchos novios no lo saben (sobre todo los que dicen que casarse es caro) pero solo hace falta estar presentes los novios y otras dos personas que son los testigos (que pueden hacer también de padrinos). El resto es parafernalia que los novios quieren ir añadiendo.