
Estamos acabando octubre y hace un frío de mil demonios. Es un comentario muy general pues ha habido una bajada de las temperaturas demasiado brusca. La semana pasada por el día se estaba bien con una manga y esta hace falta tirar de abrigos. Y es que hace frío y como digo estamos a finales de octubre y sólo hemos convivido con el otoño un mes y una semana. Pero ya está aquí la crudeza del invierno.
Y lo peor es que ya se empieza a vislumbrar un aire navideño. Ya he visto algún centro comercial con las luces navideñas instaladas en sus fachadas (aunque todavía apagadas) y seguramente al mes que viene ya empiecen a instalar las luces navideñas en las calles, aunque las mantengan apagadas. La loteria del 22 de diciembre ya hace muchos meses que está en venta y los turrones, mazapanes y demás productos navideños ya se pueden empezar a adquirir. Si vemos los anuncios televisivos ya empiezan con una saturación de anuncios de juguetes y colonias, típica está saturación en época de navidades... La navidad ya se empieza a saborear... Y todo eso hace sentir el invierno más cerca.
Como digo hace frio y mucha gente se queja. Pero, en estas fechas es lo que toca. Ya es época de abrigarnos, de lluvias, de nieves... y, como no, de frío. Y ahora toca eso de añorar el calorcito del verano para que cuando venga empecemos a añorar este frío que nos congela... Y siempre deseando lo que no tenemos y ahora, que podemos disfrutar del frío, añoramos eso que tuvimos hace meses y no disfrutamos porque añorábamos por aquel entonces lo que tenemos ahora...
Y es que hace frío.