
Cuando somos pequeños es más fácil romper esta amistad. Basta con decir un "no te ajunto" o un "ya no hacemos migas" para que cada uno vaya por su lado. Así de claro y sencillo. Algo directo que no falla. Con el tiempo esto va cambiando.
Según crecemos vamos complicándonos la vida y a través de indirectas y/o directas vamos diciendo algo que de pequeños era muy sencillo pero que ya no... Y no siempre funciona, pues en muchos casos no nos explicamos correctamente, en otros el otro no quiere hacerse el enterado y en otros incluso damos a entender lo contrario a lo que queremos decir...
Pero por suerte o desgracia ahora dispones de la tecnología y podemos volver a la sencillez del "ya no te ajunto". Simplemente hay que coger una red social (feisbus por ejemplo) y desagregar a esa persona de la lista de "amigos" (otra cosa es que en ese listado sean realmente amigos todos los que están). Con la sencillez de un clic se da a entender a la otra persona que ya no quiere más relación.