miércoles, 20 de junio de 2012

CHINCHA RABIÑA QUE TENGO UNA PIÑA

Escuchando las noticias esta mañana ha habido una que me ha dejado perpleja, no daba crédito a lo que mis orejitas estaban escuchando. ¿Sería el sueño? No, no lo era. Aquello era real e increíble, algo que creo que no se dará mucho bombo, pero que son de esas cosas que hay que compartir para decirles a los que mandan (gobernantes, jueces y demás calaña) que hay cosas más importantes en las que preocuparse.

¿Qué este año no hay debate del estado de la nación? ¿Qué hay crisis? ¿Qué la prima de riesgo sube? ¿Qué los de un color son malos y los otros peores? ¿Qué han anunciado recortes? Sinceramente, este y otros temas similares me aburren por saturación. Es más de lo mismo y sólo me queda o llevarme el cabreo del siglo (cabreo que yo me lo guiso y yo me lo como) o pasar del tema repetitivo, que creo que hasta en Pocoyo está. No, ese no es un tema lo suficiente peliagudo como para que me haga sobresaltar.

La noticia que sí que me ha hecho flipar enormemente es la siguiente: un padre y un hijo condenados a pagar una multa de 1215€ por coger unas piñas de un parque de Zamora. ¿Nos estamos volviendo gilipollas? Seguramente sí. ¿Hay temas más importantes en este mundo que tratar (corrupción, robos, secuestros, violaciones, asesinatos, etc, etc)? visto lo visto estos son temas menores que ni nos va ni nos viene.

La historia sucedió en 2011 cuando un padre y un hijo decidieron coger unas piñas de un parque público para utilizarlas como combustible. El ayuntamiento ha dicho que estaban robando. La realidad es que estas piñas son utilizadas como desperdicios, es decir, no son más que basura. Pues bien, este padre y este hijo decidieron robar al estado un poco de basura (realmente basura, no bolsas de basura de esas que van repletas de billetes) y el ayuntamiento los ha hecho culpables del terrible robo... Vamos, que imagino yo que todo esto sería para que luego no dijesen por ahí al señor barrendero que no va cumpliendo su trabajo, que le hacen otros el trabajo, y así poder justificar su sueldo porque sino, por mucha imaginación que trate de echarle al asunto, no encuentro más explicación.


¿Por qué será que la justicia de este país, cada día que pasa, me da cada vez más asco?

miércoles, 13 de junio de 2012

AUDI Y GILIPOLLAS, ¿ALMAS GEMELAS?

No sé por qué el 99% de las veces que me he cruzado con un Audi, ha resultado que su conductor era un gilipollas de tres pares de narices. Por supuesto que voy a dejar un 1% de margen para la duda, o tal vez para aquellos que se acaban de comprar uno de estos cochecitos y aún no han desarrollado ese estado de gilipollez tan típico de los conductores de Audi.

Por tanto, voy a hacer una reflexión: El conductor gilipollas del Audi, ¿nace o se hace?

Por un lado, podría ser que al tener un volante de un Audi se produzca una transformación similar a sentir el éxtasis religioso, y se crea uno que sea Dios y que puede hacer lo que quiera, porque está más allá del bien y del mal... En cuyo caso simplemente se haría.

Pero claro, también cabe la posibilidad que a los gilipollas les halla dado por esa marca de vehículos. Una simple moda que no va más allá y que es hasta independiente del coche en sí, en cuyo caso el gilipollas nace.

Sea como fuera, he comprobado que esta relación existe y creo que aún no me he cruzado con ningún conductor con dos dedos de frente (y mucho menos con cuatro dedos de frente) al volante de uno de estos coches... Tan sólo espero, cada vez que cojo un coche, cruzarme con el menor número posibles de audis. ¿Por qué será?

PD. Si eres conductor de audi, has llegado hasta aquí y no has entendido nada, no te preocupes, simplemente limítate a ser un gilipollas más y verás la vida de otro color, eso sí, aléjate de mi camino, que al menos te lo agradeceré.

lunes, 11 de junio de 2012

LA GRAN PARADOJA UNIVERSAL


El ser humano es demasiado complejo en el pensar y actuar. ¿Por qué siempre espera lo que no tiene y cuando lo tiene busca volver a la primera situación?

Hace unos meses decidí llenar de actividades mi tiempo libre para matar la vida ociosa. Apenas tenía tiempo para nada. La semana pasada concluyeron todas mis actividades... Ahora que tengo tiempo es difícil encontrar algo con qué llenarlo (o quizás no).

Pero esto que ahora me está pasando también sucede con otros momentos. Otro muy claro sería el tener pareja. Nos lamentamos de no tenerla, cuando por fin estamos con alguien envidiamos a los sin pareja por determinadas razones... Cuando dejamos de tenerla añoramos el estar con alguien.

Y es que esto es la Gran Paradoja Universal de la que tanto nos cuesta desprendernos, buscando aquella situación en la que no estamos...